La comunicación corporativa, es un área o herramienta de toda empresa o institución, que engloba, dirige y canaliza todos los mensajes que como organización, emite a todas sus partes interesadas, tanto internas como externas.
La Identidad Corporativa, es la que rige la esencia, el sustrato básico en el que debe insertarse cada uno de los mensajes corporativos de la compañía. Así, el objetivo fundamental es que, en su trabajo diario, la empresa, que debe estar de forma constante emitiendo mensajes, ubique estas informaciones, dentro de la dinámica de su Identidad Corporativa, siendo por tanto la comunicación corporativa una parte integrada de la Identidad Corporativa. Una herramienta de la empresa que debe trabaja condicionada por su identidad, pero a la que a la vez condiciona y completa.
La Identidad Corporativa, la imagen de la empresa
Y es que la Identidad Corporativa, se compone de una serie de elementos visuales de los que la empresa se dota, y que sirven de exponente ante la sociedad en la que se integra, ya sean grupos humanos que interactúan con ella (clientes, proveedores) o el conjunto de los ciudadanos.
La Identidad Corporativa, debe por ende adecuarse a multitud de factores. Primeramente, debe ser un fiel reflejo de la idiosincrasia de la empresa. Pero también debe ser modelo visual de aquello que la empresa ofrece al mercado, aquellos bienes o servicios que va a dotar con su trabajo a la sociedad.
Sin embargo, en un mundo cada vez más mediatizado e icónico, la Identidad Corporativa ha pasado «a la ofensiva». Actualmente, las empresas tratan de conectar valores abstractos y emociones con su marca, y lo hacen a través de eslóganes, logotipos y marcas visuales. ¿Quién no recuerda el trabajo que Coca Cola realizó para asociar su imagen corporativa al concepto de la felicidad?
Por ello, la firma de refrescos norteamericana, inició toda una serie de acciones destinadas a unir a su marca este concepto, evidentemente positivo (diríase que el principal objetivo de todo ser humano es la felicidad, independientemente de los caminos por los que la logre). Eslóganes publicitarios, trabajos de investigación sobre la felicidad, Institutos, uso del concepto en sus botellas y latas, y un largo etcétera de herramientas que, desde luego, dieron un efecto positivo al objetivo corporativo.
Además, los elementos visuales de la marca, han de adecuarse a la sociedad en la que se integra. Aunque vivamos en un mundo globalizado, los deseos, apetencias, gustos y mentalidades de los distintos países son distintos. Por ello, una marca, manteniendo una Identidad Corporativa homogénea, debe implementar los distintos elementos diferenciadores que le permitan adaptarse a cada sociedad en la que trabaje.
La comunicación corporativa, un concepto total
Es importantísimo comprender que, la comunicación corporativa, que como dijimos se inserta dentro de ese complejo mundo que es la Identidad Corporativa, es un concepto total. No se basa por tanto solo en los mensajes que de forma deliberada una empresa como organización, emite al público que más o menos compone su target de mercado.
Todo comunica: los proveedores, de cuya satisfacción con nuestra empresa derivará que emitan mensajes positivos sobre ella, tanto en su ambiente laboral-empresarial como en el familiar-personal. Los trabajadores, especialmente aquellos que trabajan de cara al público, ya que son la imagen exterior humana de la empresa. Un trabajador contento e integrado, comunica emociones positivas al público con el que trabaja, lo que redunda eficazmente en la comunicación corporativa.
Pero las estructuras administrativas de la empresa, también son comunicación corporativa. Los grupos de trabajo dan mensajes a los trabajadores de cuál es la idiosincrasia de la organización y de qué modo se debe trabajar, qué facetas deben cumplirse y cuáles son los valores a respetar y fomentar.
Primariamente, la comunicación corporativa nace de los contactos que de forma primero espontánea, y luego voluntaria y perfeccionada, se realizaban con los principales agentes humanos o profesionales que trabajan con la empresa, y con los medios de comunicación.
La necesidad de una comunicación corporativa profesional
Estos contactos típicos de relaciones públicas, con objeto de servir positivamente suministrando información y emitiendo mensajes en coherencia con la Identidad Corporativa, pronto quedaron superados por un concepto más global y profesional.
Es eso la comunicación corporativa, la profesionalización de las relaciones de tipo humanas y comunicativas de la empresa con su entorno. Por ende, se debe contar con profesionales en comunicación, que sean capaces de definir unos parámetros objetivos y coherentes con los que empapen todos los mensajes que se vayan a enviar.
Así, el comunicador deberá valorar cuáles son los canales más adecuados para transmitir información, las relaciones con la prensa y con las redes sociales para emitir dichos mensajes, los públicos objetivos con los que se trabajará y las áreas fundamentales que se desarrollarán.
El objetivo final: hacer que la sociedad capte los mensajes de la empresa como parte de la estrategia global de una identidad corporativa coherente con los valores del entorno y con los de la marca.
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